La historia de: "Kinesiología Intensiva, Un Nuevo Camino". El Librillo.
En este "Librillo" se relata en parte paso a paso cómo logramos crear formal y legalmente, la primera "Unidad de Kinesiología Intensiva y Terapia Ventilatoria" del País. Chile. Cuánto nos costó, cuántas puertas por años se nos cerraron, cuántas resistencias tuvimos en el camino.

En el año 2016 publique mi libro "Kinesiología Intensiva, Un Nuevo Camino". En la imagen se observa la portada de este. Yo la recuerdo como el primer día, cuando llegó a mis manos el primer ejemplar de la edición. Recuerdo su color brillante, su olor a nuevo y los sentimientos que me inundaban en ese momento y que aún cuando escribo estas palabras lo siguen haciendo.
Recuerdo claramente cómo por años recorría los pasillos del Hospital del Salvador de Santiago, con mi proyecto en mano, que en ese tiempo era sólo una carpeta de plástico con un montón de papeles sueltos, con ideas no del todo claras, con algo de evidencia científica, pero cargada de sueños. Muchos sueños. Grandes sueños.
Dicen que cuando se cierra una puerta (a mí se me cerraron muchas) se abren mil ventanas, y eso fue lo que sucedió. Esas ventanas fueron de carne y hueso, con nombres y apellidos y que se encuentran mencionadas en este libro o "Librillo", como se quiera llamar.
Fueron kinesiólogos amigos, Enfermeras y Enfermeros, Médicos y una que otra autoridad.
Hoy puedo ver con humilde orgullo cómo, a partir de este grano de arena, se pudieron ir creando las nuevas Unidades de Kinesiología Intensiva en muchas UCI del país, pero está claro que aún faltan muchas más. Debe ser en todas.
No quiero dejar pasar este momento de inspiración sin relatarles dos pequeñas anécdotas, una de mis comienzos y otra de los tiempos actuales:
Anécdota N° 1
Año 1994, UCI Hospital del Salvador: Un médico que observaba cómo yo atendía a un paciente se acerca a mí y me pregunta, "Marcelo ¿se puede saber qué estás haciendo?". Mi respuesta fue "estoy ajustando algunos parámetros del ventilador porque el paciente no se encuentra cómodo". En forma rápida el doctor declara: "Marcelo, no quiero que vuelvas a tocar el ventilador, eso es resorte médico". "Pastelero a tus pasteles".
Respecto de esta anécdota, no puedo hacer ningún juicio de valor. En esos tiempos la cosa era así y punto. ¿O sigue pasando hoy?
Anécdota N° 2
Año 2017, a través de las redes sociales, un joven Kinesiólogo se quejaba acerca de los cursos de Ventilación mecánica que yo imparto hace 9 años, diciendo: "es el colmo que un colega (es decir yo) esté realizando cursos y capacitaciones de ventilación a otros profesionales como enfermeras y médicos. Esta es una labor netamente kinésica y lo único que logrará es que nos quiten campo laboral. Este gallo no cacha lo que nos ha costado".
Producto de dicha intervención, en las redes sociales hubo pros y contras, pero yo opto muy firmemente y con total convicción por una de ellas: "La ventilación mecánica es una importante medida terapéutica para el paciente, por ende NO es de propiedad de la enfermera, del médico, ni del kinesiólogo; sino más bien es una obligación de todo profesional del área tener conocimientos sobre ella, y es además un honor que hoy también sean kinesiólogos los que dictan capacitaciones sobre ésta".
Hace unos días, recién llegado de vacaciones, encontré en mi biblioteca los últimos 18 ejemplares que me quedaban de este "Librillo". Ya no tienen el mismo color, ni el mismo olor a nuevo, pero los recuerdos y los sentimientos de aquel entonces siguen aun presentes.
Es por ello y por lo importante que ha sido para muchos que he decidido hoy digitalizarlo y compartirlo con todos aquellos que me han solicitado un ejemplar y con los que deseen hoy también obtenerlo.